El origen de este molino harinero probablemente se sitúe antes del siglo XII, ya que en esa época aparecen varios molinos en la orilla del rio Gaià, que marcaba la frontera con el territorio sarraceno al inicio del siglo XI.
En el “Compendium abreviatum”, copia de Fra Salvador fechada entre 1413 y 1430 consultada en el archivo de Santes Creus dice en latín:
“Recibe el dicho monasterio una ración cuartera de cebada como censo anual todo esto es por el dominio útil del dicho molinero (Molendini) llamado Antonius Urgel y el Molino (molinavo) llamado d’en Pontarro. Situado dentro de los límites de dicha cuadra llamada Manso d’en Bru.
Este cobro se hace cada año el día de la asunción en el mes de Agosto (Festo Beata Maria) (Mensisi Augusti ) 1368″.
Por algún otro documento sabemos que el manso de Mas Bru era la actual masía de la Pollarosa, que data de estos mismos años y se encuentra aproximadamente a un kilómetro por encima del Molí del Mig.
600 años en funcionamiento
Este molino continuó trabajando para la población civil y religiosa mucho después de la expulsión de los sarracenos y hebreos, hasta la década de 1920, fecha en que quedó definitivamente abandonado.
Entre las causas de este abandono destacan las batallas de la Tercera Guerra Carlista, especialmente la de Vilabella el día 18 de mayo de 1874, en la que los carlistas derrotaron a los liberales en los terrenos mismos del molino en una batalla aun recordada por varios cronistas de esta guerra.
Las riadas pasan factura
A esto se añadieron las enormes riadas de los años 1890, 1892, y que fueron cubriendo de arena y lodo todo el edificio que ya había perdido sus tejas y sus vigas, seguramente transportadas para ser utilizadas en alguna nueva construcción.
Todos estos desastres hicieron descender la población, lo que a su vez derivó en un menor consumo de harinas y el abandono definitivo de este molino hidráulico harinero
La edificación del Molí del Mig se basó en la normativa existente en el siglo XIV que preveía minuciosamente los detalles sobre construcción de ingenios hidráulicos como este, por ejemplo el grueso y el diámetro de la muelas y su calidad, aunque esta norma fue cambiando siglo a siglo y la muela que hoy tenemos es la que se utilizaba en el siglo XIX, traída desde el sur de Francia.
Se determinaba en esas normativas el grueso y el material utilizado para la construcción de las paredes de los molinos, tenían que disponer de al menos 7 palmos (196 cm aproximadamente) para poder soportar el empuje y la presión del agua y el material tenía que ser piedra y mortero de cal. También se especificaba el tipo de “ Cup” que se debía construir y su forma.
Un descubrimiento entre la maleza
Al adquirir la propiedad no sospechábamos la existencia de la antigua cámara, simplemente nos propusimos a quitar la maleza que había invadido el terreno usando unas tijeras de jardinería, y entonces descubrimos que la construcción se alargaba más allá de lo que en un principio ocultaban las hierbas.
Con gran curiosidad continuamos abriéndonos paso entre las plantas que se entrelazaban y encontramos el antiguo molino en parte cubierto de arena y semiderruído. Desde ese momento nos dedicamos en cuerpo y alma a su reconstrucción. Hemos utilizado únicamente las piedras que encontramos a su alrededor, uniéndolas con mortero de cal.
Para encontrar el Molí del Mig se puede bajar desde la masía de la Pollarossa por el camino del mismo nombre en Salomò hasta encontrarlo al lado del Río Gaià. O desde Vilabella a Salomó por el “Carrer del Moli del Mig”.
Alicia y Luis Gueilburt
Moli del Mig Salomó
Desconeixia l’existència del molí. M’ha interessat molt aquest article. Felicitats!
gracias por el teu comentari
Soy de Hospitalet de Llobregat y mi abuelo siempre me contaba que su madre era de Salamó y que su familia vivía o trabajaba en un molino de Harina cerca del río y que él fue hace muchos años y solo quedaban las ruinas. Ella se llamaba Pepita Martorell. Algún día visitare Salamó. Un saludo
Estarem encantats que “retornis” al territori. I que ens expliqueu coses de quan la teva família hi va viure.
Avui sóc a Salamó pero primera cegada i estic molt feliç.
Hola,
M’agradaria parlar amb tu. Jo sóc de Barcelona però tinc vincles amb Salomó. M’interessaria conèixer aquestes memòries que et va transmetre el teu avi. Els Martorell van ser els darrers arrendataris del molí?
La meva intenció és recollir informació sobre les relacions socials que es van teixir al voltant dels contractes entre propietaris i treballadors de començaments del XX a Salomó i terres del Gaià.
Gràcies